jueves, 9 de junio de 2011

HISTORIA DE LOS TENIS

La producción de calzado tenis, se inició en forma mas o menos artesanal.
Hasta la segunda mitad, de la década de los 50´s, los zapatos tenis eran diseñados y fabricados para el básquetbol, pero la tela con que se forraba el interior, frotaba el pie y ocasionaba ampollas.

Se desconocía como mejorar la estabilidad y el acojinamiento. La especificidad de los zapatos tenis para los diferentes deportes era así mismo desconocida y se utilizaban los modelos comerciales usuales, para todo tipo de actividad, deportiva o no.

Fue en 1960, cuando comenzó a hablarse, de una marca alemana exótica: "Adidas".
A partir de entonces, surgieron 4ó5 modelos de tenis para correr, que hicieron su aparición con indicaciones sobre el confort de su uso y la adecuación de su utilización en las carreras.

A finales de los 60´s, Phillp (Buck) Knight inició una compañía de zapatos para correr, importando de Japón algunos modelos "Tiger".

Las primeras mejoras, se llevaron a cabo con la adopción de suelas de goma "tipo waffles", para los corredores en pruebas a distancia, encontrando en ellas una sensible mejoría en la tracción. Un ortopedista colaboró mas tarde en el diseño de los modelos "Nike".

El desarrollo y la especialización del calzado tenis, ha sido rápido debido a la gran demanda de los corredores, creciendo la importación de marcas prestigiadas, ya que en México no se fabrican los zapatos diseñados para la actividad profesional, que hayan alcanzado el grado de especialización y autoridad suficientes.


El calzado deportivo en la actualidad

Hoy en la actualidad existe en el mercado una amplia variedad de calzados para la practica deportiva, y que se adaptan a nuestras necesidades en cuanto a tamaños, gustos, preferencias, tipo de deportes, moda, etc.

El calzado es uno de los temas que mas debemos tener en cuenta a la hora de invertir en indumentaria deportiva, toda vez que una elección correcta nos evitara toda serie de trastornos físicos y redundará positivamente en nuestros logros atléticos.

La elección del calzado, debe fundamentarse principalmente al tipo de deporte que se desea practica.
Existen en la actualidad calzados que se adaptan a las diversas circunstancias generadas por la practica deportiva,

Tenemos entonces por ejemplo, que en deportes tales como el básquet, voley, paddle, etc el calzado a utilizar tendrá en la suela, a la altura del metatarso marcadas circunferencias.
De esta manera el pie de apoyo rota para ambos lados sin demasiada oposición, evitando lesiones, leves o graves, en tobillo, rodillas, caderas, etc.

La mayoría de los deportes son generadores de impactos de diversa magnitud que repercuten sobre nuestro cuerpo, motivo por el cual el calzado debe estar provisto de lo que se conoce como "cámara de aire" actuando a modo de amortiguador y situada en la base del calzado en cuestión entre el pie y el recubrimiento externo de la suela.

Principalmente dicha cámara se sitúa inmediatamente por debajo del talón conformando un "colchón de aire" que absorbe los impactos externos, producidos por la actividad deportiva.

Cada marca imperante en el mercado ha patentado un modelo diferente, por lo que en la actualidad se aprecian cámaras de aire en un solo compartimiento o compartimentadas, permitiendo esto distribuir las cargas en forma gradual de acuerdo a la posición del pie.
Existen calzados con cámara de aire en el talón y a la altura del metatarso, lo cual proporciona un mayor confort y versatilidad. La tecnología actual ha permitido la comunicación en algunas marcas patentado como sistema "dmx" permitiendo de esta manera que la cámara que esta recibiendo el impacto traslade en forma paulatina la masa de aire hacia la otra cámara produciendo un mayor efecto de "amortiguación".

El calzado a elegir debe permitir un ventilación adecuada del pie a los efectos de evitar una traspiración excesiva, además debe adaptarse al pie y no el pie al calzado, y se ajustara al mismo en forma firme y segura, por medio de cordones o sistema de ajuste por velcro, sin dificultar la correcta circulación sanguínea de la zona y permitiendo a su vez un movilidad interna tal como se explicara en este articulo.

Existen calzados para cada deporte en particular por ejemplo: calzado para corredores a campo traviesa con dos zonas de moderación de movimiento en parte media del pie y talón con material especial (duratoe) para evitar desgaste prematuro en la puntera, calzado para corredores profesionales y semi-profesionales, calzado para profesionales de la patineta y bicicleta, con un refuerzo en la capellada para mayor durabilidad y resistencia a la abrasión, suela antiderrapante, calzado para entrenamiento en pista, etc,etc.

HISTORIA DE LA ROPA

La ropa (también llamada vestimenta, atuendo o indumentaria) es el conjunto de prendas generalmente textiles fabricadas con diversos materiales y usadas para vestirse, protegerse del clima adverso y en ocasiones por pudor (ropa interior). En su sentido más amplio, incluye también los guantes para cubrir las manos, el calzado (zapatos, zapatillas y botas) para cubrir los pies y gorros, gorras y sombreros para cubrir la cabeza. Los objetos como bolsos y paraguas se consideran complementos más que prendas de vestir.

La ropa sirve para protegerse, sobre todo, del clima adverso:
  • Frío: la ropa facilita la circulación del aire alrededor de la piel y evita por tanto el contacto del aire frío con la piel y la salida del aire recalentado por la piel. Por otra parte, las fibras de los tejidos capturan aire y lo inmovilizan; este aire capturado tiene una mala conductividad térmica (este hecho también se explota en las ventanas de doble cristal).
  • Sol intenso: Los tejidos claros evitan la radiación ultravioleta y las quemaduras en la piel, y por tanto protegen del calor.
  • Precipitación: (lluvia, nieve) etc: Algunos tejidos, llamados impermeables, impiden el contacto del agua con la piel. El agua es un muy buen absorbente térmico, y el agua fría de lluvia o de la nieve provoca un enfriamiento importante de la persona.
También se utiliza por motivos de pudor. En numerosas culturas, está mal visto mostrar el cuerpo y particularmente los genitales. La ropa sirve para ocultar los genitales y las reacciones primarias e instintivas como la erección del pene.
En el entorno laboral (construcción, fábricas, laboratorios, ...) a veces hace falta ropa especial que proteja de condiciones extremas, tanto al portador como al entorno. Véase ropa de protección.

Orígenes

De acuerdo con los arqueólogos y antropólogos, los signos de vestimenta más antiguos probablemente consistieron en pieles, cueros, hojas o pasturas, envueltas o atadas alrededor del cuerpo como protección de los elementos de la naturaleza. El conocimiento sobre estas ropas queda en la deducción, ya que los materiales mencionados se deterioran rápidamente comparados con piedras, huesos, caparazones y artefactos metálicos. Los arqueólogos han idenfiticado agujas de coser muy antiguas cerca de Kostenki, Rusia en 1988, de aproximadamente 30.000 años de antigüedad.

Roma

El ingreso de los bárbaros en el imperio romano transformó la vestimenta. Los jefes militares vestían a la romana cuando pasaban el pomoerium. Al guiar las tropas -en su mayoría, germanos- vestían bragas, a la manera de estos pueblos. Hubo adaptación de prendas de uno y otro lado, así los bárbaros usaron la túnica más corta que la romana para favorecer los movimientos. A través de escritos de Paulo Diácono, se sabe que la vestimenta de los lombardos era suelta y generalmente de lino, como solían llevarlos los anglosajones, decorados con amplias orlas de tejido de diversos colores. Los zapatos eran abiertos casi hasta la extremidad del dedo mayor, sostenidos por medio de correas entrelazadas.

Dama de Flandes, siglo XV.Generalmente, se conoce más la ropa usada por príncipes. Así por ejemplo, de la apariencia de Carlomagno, su biógrafo Eginardo contaba que aquél llevaba la vestimenta nacional de los francos. Sobre el cuerpo, una camisa y un calzoncillo de tela de lino. Encima, una túnica bordada de seda y un pantalón corto, bandas alrededor de las piernas y los pies, y un chaleco de piel de nutria o de ratas, protegiéndole las espaldas y el pecho. Sólo en días de grandes fiestas se utilizaban piedras para adornarse, como por ejemplo en accesorios como una espada. Los reyes bárbaros fueron llamados reges pelliti (reyes con pieles) ya que acostumbraban a usarlas. Tal vez, inicialmente fue por una cuestión climática y luego constituyó lujo y adorno. Poco después se empiezan a utilizar vestidos de cuero. Pablo Diácomo menciona una vestimenta de piel de reno "en forma de túnica larga hasta las rodillas". El festido femenino consistía, de ordinario, también en una túnica larga hasta los pies, sobre ésta se colocaba la stola, y para salir se usaba la palla, gran sobreveste con borde con la cual se podía cubrir la cabeza.

Noble Franco.Los mantos se tomaban con fíbulas de metales preciosos que llevaban piedras incrustadas. Debajo de la ropa exterior, las mujeres llevaban una túnica de lino y la fascia, una especie de venda para sostener el pecho. En el siglo XIV, el vestido femenino era amplio en el pecho para mostrar la mayor parte de su cuerpo y muy estrecho en la cintura. Se usaban mangas de formas diferentes y largas colas que se arrastraban por tierra. Los zapatos, a veces adornados con armiño eran en su mayoría de punta cortada y aún se utilizaban sandalias sólo para calzar la planta del pie. Los collares, broches y anillos se volvieron más extravagantes, curiosos y preciosos. Debido a la obstentación y gasto exagerados, las autoridades intentaron poner freno a la situación. En 1365, Bolonia compiló un estatuto por el cual ciertos elementos de lujo sólo podían ser llevados por personas de una determinada condición. Así por ejemplo en Venecia, sólo la dogaresa y sus hijas podían usar perlas, uso limitado al período en que el dogo ejerciera el cargo. El uso de pieles también fue pautado, en particular pieles caras. Sin duda en todo lo referente a la vestimenta, la moda y las actividades de producción de determinados lugares, tuvieron gran importancia. La importación o la producción local representaron factores esenciales en determinadas vestimentas, así como la pretensión de distinguirse de los demás, la necesidad de acercarse a grupos superiores dentro de la escala social o la influencia en centros de poder.

Edad Media

El ingreso de los bárbaros en el imperio romano transformó la vestimenta. Los jefes militares vestían a la romana cuando pasaban el pomoerium. Al guiar las tropas -en su mayoría, germanos- vestían bragas, a la manera de estos pueblos. Hubo adaptación de prendas de uno y otro lado, así los bárbaros usaron la túnica más corta que la romana para favorecer los movimientos. A través de escritos de Paulo Diácono, se sabe que la vestimenta de los lombardos era suelta y generalmente de lino, como solían llevarlos los anglosajones, decorados con amplias orlas de tejido de diversos colores. Los zapatos eran abiertos casi hasta la extremidad del dedo mayor, sostenidos por medio de correas entrelazadas.
 
Generalmente, se conoce más la ropa usada por príncipes. Así por ejemplo, de la apariencia de Carlomagno, su biógrafo Eginardo contaba que aquél llevaba la vestimenta nacional de los francos. Sobre el cuerpo, una camisa y un calzoncillo de tela de lino. Encima, una túnica bordada de seda y un pantalón corto, bandas alrededor de las piernas y los pies, y un chaleco de piel de nutria o de ratas, protegiéndole las espaldas y el pecho. Sólo en días de grandes fiestas se utilizaban piedras para adornarse, como por ejemplo en accesorios como una espada. Los reyes bárbaros fueron llamados reges pelliti (reyes con pieles) ya que acostumbraban a usarlas. Tal vez, inicialmente fue por una cuestión climática y luego constituyó lujo y adorno. Poco después se empiezan a utilizar vestidos de cuero. Pablo Diácomo menciona una vestimenta de piel de reno "en forma de túnica larga hasta las rodillas". El festido femenino consistía, de ordinario, también en una túnica larga hasta los pies, sobre ésta se colocaba la stola, y para salir se usaba la palla, gran sobreveste con borde con la cual se podía cubrir la cabeza.
 
Los mantos se tomaban con fíbulas de metales preciosos que llevaban piedras incrustadas. Debajo de la ropa exterior, las mujeres llevaban una túnica de lino y la fascia, una especie de venda para sostener el pecho. En el siglo XIV, el vestido femenino era amplio en el pecho para mostrar la mayor parte de su cuerpo y muy estrecho en la cintura. Se usaban mangas de formas diferentes y largas colas que se arrastraban por tierra. Los zapatos, a veces adornados con armiño eran en su mayoría de punta cortada y aún se utilizaban sandalias sólo para calzar la planta del pie. Los collares, broches y anillos se volvieron más extravagantes, curiosos y preciosos. Debido a la obstentación y gasto exagerados, las autoridades intentaron poner freno a la situación. En 1365, Bolonia compiló un estatuto por el cual ciertos elementos de lujo sólo podían ser llevados por personas de una determinada condición. Así por ejemplo en Venecia, sólo la dogaresa y sus hijas podían usar perlas, uso limitado al período en que el dogo ejerciera el cargo. El uso de pieles también fue pautado, en particular pieles caras. Sin duda en todo lo referente a la vestimenta, la moda y las actividades de producción de determinados lugares, tuvieron gran importancia. La importación o la producción local representaron factores esenciales en determinadas vestimentas, así como la pretensión de distinguirse de los demás, la necesidad de acercarse a grupos superiores dentro de la escala social o la influencia en centros de poder.

Renacimiento

El renacimiento supone un florecimiento cultural inmenso. La industria textil, estaba fuertemente ligada a la burguesía, por lo que desde ahora existirá una moda de y para las clases medias. El pañuelo fue el objeto que delimitó las clases sociales de la época. Los únicos que podían usarlo por ley, era la nobleza.

La moda empezó a adquirir mayor importancia, llegando a ser una preocupación de la adinerada burguesía. Las prendas se empezaron a considerar una inversión, dedicándole tiempo a su mantenimiento y reparación. El uso de camisa, jubón y justillo por parte de los hombres, y el uso de vestidos o faldas por parte de las mujeres, se volvió una constante hasta el siglo XVII.

HISTORIA DE LA MÚSICA

La música es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. El concepto de música ha ido evolucionando desde su origen en la antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte unitario. Desde hace varias décadas se ha vuelto más compleja la definición de qué es y qué no es la música, ya que destacados compositores, en el marco de diversas experiencias artísticas fronterizas, han realizado obras que, si bien podrían considerarse musicales, expanden los límites de la definición de este arte.

La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación, etc.).

Las definiciones parten desde el seno de las culturas, y así, el sentido de las expresiones musicales se ve afectado por cuestiones psicológicas, sociales, culturales e históricas. De esta forma, surgen múltiples y diversas definiciones que pueden ser válidas en el momento de expresar qué se entiende por música. Ninguna, sin embargo, puede ser considerada como perfecta o absoluta.

Una definición bastante amplia determina que música es sonoridad organizada (según una formulación perceptible, coherente y significativa). Esta definición parte de que —en aquello a lo que consensualmente se puede denominar "música"— se pueden percibir ciertos patrones del "flujo sonoro" en función de cómo las propiedades del sonido son aprendidas y procesadas por los humanos (hay incluso quienes consideran que también por los animales).

Hoy en día es frecuente trabajar con un concepto de música basado en tres atributos esenciales: que utiliza sonidos, que es un producto humano (y en este sentido, artificial) y que predomina la función estética. Si tomáramos en cuenta solo los dos primeros elementos de la definición, nada diferenciaría a la música del lenguaje. En cuanto a la función "estética", se trata de un punto bastante discutible; así, por ejemplo, un "jingle" publicitario no deja de ser música por cumplir una función no estética (tratar de vender una mercancía). Por otra parte, hablar de una función "estética" presupone una idea de la música (y del arte en general) que funciona en forma autónoma, ajena al funcionamiento de la sociedad, tal como la vemos en la teoría del arte del filósofo Immanuel Kant.

Jean-Jacques Rousseau, autor de las voces musicales en L'Encyclopédie de Diderot, después recogidas en su Dictionnaire de la Musique, la definió como "Arte de combinar los sonidos de una manera agradable al oído".

Según el compositor Claude Debussy, la música es "un total de fuerzas dispersas expresadas en un proceso sonoro que incluye: el instrumento, el instrumentista, el creador y su obra, un medio propagador y un sistema receptor".

La definición más habitual en los manuales de música se parece bastante a esta: "la música es el arte del bien combinar los sonidos en el tiempo". Esta definición no se detiene a explicar lo que es el arte, y presupone que hay combinaciones "bien hechas" y otras que no lo son, lo que es por lo menos discutible.

Algunos eruditos han definido y estudiado a la música como un conjunto de tonos ordenados de manera horizontal (melodía) y vertical (armonía). Este orden o estructura que debe tener un grupo de sonidos para ser llamados música está, por ejemplo, presente en las aseveraciones del filósofo Alemán Goethe cuando la comparaba con la arquitectura, definiendo metafóricamente a la arquitectura como "música congelada". La mayoría de los estudiosos coincide en el aspecto de la estructura, es decir, en el hecho de que la música implica una organización; pero algunos teóricos modernos difieren en que el resultado deba ser placentero o agradable.

Parámetros del sonido


La música está compuesta por dos elementos básicos: los sonidos y los «silencios».

El sonido es la sensación percibida por el oído al recibir las variaciones de presión generadas por el movimiento vibratorio de los cuerpos sonoros. Se transmite por el medio que los envuelve, que generalmente es el aire de la atmósfera. La ausencia perceptible de sonido es el silencio, aunque es una sensación relativa, ya que el silencio absoluto no se da en la naturaleza.
El sonido tiene cuatro parámetros fundamentales:
  • La altura es el resultado de la frecuencia que produce un cuerpo sonoro; es decir, de la cantidad de ciclos de las vibraciones por segundo o de hercios (Hz) que se emiten. De acuerdo con esto se pueden definir los sonidos como "graves" y "agudos". Cuanto mayor sea la frecuencia, más agudo (o alto) será el sonido. La longitud de onda es la distancia medida en la dirección de propagación de la onda, entre dos puntos cuyo estado de movimiento es idéntico; es decir, que alcanzan sus máximos y mínimos en el mismo instante.
  • La duración corresponde al tiempo que duran las vibraciones que producen un sonido. La duración del sonido está relacionada con el ritmo. La duración viene representada en la onda por los segundos que ésta contenga.
  • La intensidad es la fuerza con la que se produce un sonido; depende de la energía. La intensidad viene representada en una onda por la amplitud.
  • El timbre es la cualidad que permite distinguir los diferentes instrumentos o voces a pesar de que estén produciendo sonidos con la misma altura, duración e intensidad. Los sonidos que escuchamos son complejos; es decir, son el resultado de un conjunto de sonidos simultáneos (tonos, sobretonos y armónicos), pero que nosotros percibimos como uno (sonido fundamental). El timbre depende de la cantidad de armónicos o la forma de la onda que tenga un sonido y de la intensidad de cada uno de ellos, a lo cual se lo denomina espectro. El timbre se representa en una onda por el dibujo. Un sonido puro, como la frecuencia fundamental o cada sobretono, se representa con una onda sinusoidal, mientras que un sonido complejo es la suma de ondas senoidales puras. El espectro es una sucesión de barras verticales repartidas a lo largo de un eje de frecuencia y que representan a cada una de las senoides correspondientes a cada sobretono, y su altura indica la cantidad que aporta cada una al sonido resultante.